fecha de respuesta: 23.11.2024
La jurisprudencia evalúa si el anuncio puede inducir a error a un 'consumidor medio', entendido como persona normalmente informada y atenta, aunque no excesivamente experta. Se trata de un estándar de referencia para calibrar la influencia de la publicidad en un receptor razonable. No requiere analizar a consumidores muy crédulos ni súper expertos. Sí, es una ficción jurídica que permite uniformar criterios y decidir si un eslógan o afirmación se percibe como engañosa. Si el 'consumidor medio' podría equivocarse, se declara la publicidad ilícita. Este estándar está muy arraigado en la UE.