¿Qué conclusiones se extraen de la jurisprudencia sobre slogans exagerados como ‘el mejor del mundo’?

La jurisprudencia admite cierta hipérbole, conocida como 'publicidad de alabanza' (puffery), que el consumidor entiende como una expresión subjetiva, sin pretensión objetiva. Decir 'el mejor café del mundo' no suele considerarse engañoso si se ve claramente como exageración comercial. Sin embargo, si se afirma 'el único café 100% natural del mercado' y es falso, es engañoso. La línea se traza cuando la frase no pueda interpretarse como mera hipérbole subjetiva, sino que aparente un dato real. El uso de superlativos está permitido si no confunde ni se presenta como un hecho verificable. Depende del contexto y la percepción del consumidor medio.