fecha de respuesta: 06.01.2025
La clave está en la dependencia y ajenidad. En la relación laboral, el trabajador se integra en la organización del empleador, recibe instrucciones y está sometido a su poder disciplinario. Además, el producto de su trabajo repercute en el empleador, quien asume riesgos. Si lo que hay es una 'factura' pero en realidad el profesional trabaja en las instalaciones de la empresa, con horario, medios y supervisión, puede tratarse de una relación laboral encubierta. El autónomo independiente no se subordina a la empresa, asume el riesgo y organiza su trabajo. Si la realidad demuestra subordinación, la ley presume contrato laboral y se puede denunciar el 'falso autónomo', generando derecho a alta en Seguridad Social y salario.