fecha de respuesta: 13.11.2024
El uso de galgos en carreras o perros de caza (rehalas) está sujeto a la normativa de bienestar que exige registro de cada animal, atención veterinaria, control de microchip y prohibición de entrenamientos abusivos o dopaje. Los entrenadores deben garantizar un trato adecuado, comida, descanso y supervisión sanitaria. El abandono de galgos es un problema que las leyes combaten con sanciones y fomento de adopciones. El maltrato intencional o negligente a perros de rehala se sanciona administrativamente, y en casos graves puede ser delito. Además, se regulan condiciones de transporte y alojamiento, evitando hacinamiento o excesivo esfuerzo.