fecha de respuesta: 11.12.2024
Las perreras o centros de recogida capturan perros errantes para evitar riesgos de accidentes, mordeduras o enfermedades. Según la norma, se mantiene al animal un período mínimo (p. ej., 20 días) para localizar a su dueño, si tiene microchip. Si nadie lo reclama, se ofrece en adopción. La ley actual prohíbe sacrificarlo salvo razones de salud o agresividad acreditada. No deben retener indefinidamente al animal sin procurar adopción o un entorno adecuado. Además, se les exige instalaciones dignas, cuidados veterinarios, comida y limpieza, con inspecciones periódicas. Abandonar al perro en la calle es infracción; su recogida en la perrera busca protegerlo y prevenir problemas.