fecha de respuesta: 03.01.2025
En el modelo SaaS, no entregas el software al cliente, sino que lo ejecutas en tus servidores y el usuario accede remotamente. La propiedad intelectual permanece en tu poder, y el cliente simplemente obtiene una suscripción o contrato de prestación de servicio. No se produce una 'venta' ni una instalación local, así que no hay una licencia de uso en sentido estricto, sino un servicio de acceso al software. Aun así, es esencial un contrato SaaS que regule la disponibilidad, los niveles de servicio (SLA), la confidencialidad de datos y la prohibición de ingeniería inversa. La propiedad del software y la titularidad de derechos sigue siendo tuya, salvo que pactes lo contrario.