fecha de respuesta: 08.12.2024
La trazabilidad alimentaria implica poder seguir el rastro de un alimento desde su origen (explotación agraria) hasta su venta al consumidor. Permite identificar en cada etapa quién produce, transforma y distribuye, y qué lotes específicos se manipulan. La UE la exige para garantizar la seguridad alimentaria y facilitar retiradas rápidas en caso de riesgo (contaminación, alerta sanitaria). Cada operador anota la procedencia de su materia prima y a quién se la entrega. Así, si surge una contaminación, se localiza el lote y se retira del mercado con inmediatez, evitando daños mayores. La Ley de la Cadena Alimentaria y la normativa de higiene refuerzan estos controles.