fecha de respuesta: 03.01.2025
La agricultura de conservación (siembra directa, mínimo laboreo) reduce la alteración del suelo, manteniendo rastrojos o cobertura vegetal para evitar erosión y retener humedad. Se minimiza el laboreo profundo, con maquinaria específica que siembra sin arar. Mejora la fertilidad y reduce costes de combustible. Las administraciones apoyan estas prácticas con subvenciones agroambientales o ecoesquemas en la PAC, exigiendo ciertos requisitos (uso de cubiertas, rotaciones adecuadas). Fomenta la sostenibilidad al disminuir la erosión y mejorar la captura de carbono. Muchos agricultores incorporan la siembra directa como técnica ventajosa en su rotación de cultivos.