fecha de respuesta: 04.12.2024
La póliza de crédito proporciona un límite máximo de disposición durante un periodo, pagando intereses sólo por la parte utilizada y teniendo flexibilidad para reembolsar y volver a disponer. El préstamo, en cambio, entrega el capital de golpe y el cliente lo amortiza en cuotas fijas o variables. Ambos pueden considerarse créditos al consumo si el titular es un consumidor y el importe no supera 75.000 €. La Ley 16/2011 se aplica igual, exigiendo transparencia, FEIN y derecho de desistimiento, si cumple los requisitos. El coste en la póliza puede ser más complejo (comisión de disponibilidad), pero sigue las mismas reglas de protección.