fecha de respuesta: 18.11.2024
La tierra agraria de regadío se caracteriza por disponer de dotación hídrica y uso productivo intensivo. Las leyes agrarias autonómicas y el planeamiento protegen estas zonas de mayor fertilidad para asegurar la soberanía alimentaria y el paisaje agrario. El cambio a uso urbano o industrial se limita, requiriendo justificación en el plan general. Si la parcela está reconocida como de regadío y catalogada como suelo rústico de especial protección, resultará muy difícil transformarla en suelo urbano. Se quiere evitar la pérdida irreversible de suelos fértiles. Se exige un procedimiento de reclasificación y evaluación ambiental muy riguroso.