fecha de respuesta: 22.01.2025
Aunque no es obligatorio, la Ley de Arrendamientos Urbanos permite inscribir el arrendamiento en el Registro de la Propiedad. El inquilino obtiene protección frente a terceros: si el propietario vende el inmueble, el nuevo dueño debe respetar el alquiler inscrito. Para hacerlo, se firma una escritura o póliza notarial que recoge las cláusulas y se presenta al Registro. Así, si hay un desahucio posterior o transmisión, la preferencia del inquilino se refuerza. Suele usarse en alquileres de larga duración, pues conlleva costes notariales y registrales. Pero brinda más seguridad jurídica.