fecha de respuesta: 21.12.2024
La Aduana reclamará los derechos arancelarios e impuestos dejados de ingresar, con recargos e intereses de demora. Además, puede imponer una sanción administrativa si considera que hubo falsedad o negligencia en la declaración. El grado de la sanción depende de la cuantía defraudada y la intencionalidad. También se invalidan los certificados de origen preferencial en el futuro si se prueba mala fe. Podrías perder la condición de exportador autorizado. En casos graves, puede alcanzar el ámbito penal si la conducta se enmarca en contrabando. Siempre conviene verificar el origen real antes de aplicar el arancel preferencial.