fecha de respuesta: 28.10.2024
En B2B, también se aplica la LSSI, pero no las normas específicas de protección del consumidor (TRLGDCU). Sin embargo, siguen vigentes las obligaciones de informar sobre el prestador del servicio, condiciones de uso y privacidad. El contrato se perfecciona con la oferta digital y la aceptación de la empresa compradora. A menudo, la prueba se basa en correos electrónicos, albaranes y facturas. No existe el derecho de desistimiento ni las mismas garantías que en B2C, sino que rigen las condiciones pactadas. Ambas partes suelen negociar cláusulas de entrega, responsabilidad y resolución de disputas. La normativa de firma electrónica y facturación electrónica también opera.