fecha de respuesta: 12.12.2024
A veces los inversores reciben cartas de autoridades confirmando la viabilidad del proyecto, el apoyo institucional o la estabilidad regulatoria. Aunque no siempre son documentos jurídicamente vinculantes, pueden generar una expectativa legítima. Los tribunales arbitrales analizan si la carta era formal, si emanaba de un órgano competente y si el inversor actuó razonablemente confiando en ella. Si luego el Estado contradice radicalmente esa 'comfort letter' sin justificación, podría existir violación del trato justo y equitativo. Sin embargo, si la carta se presentó como no vinculante o informal, se reduce la fuerza para reclamar indemnizaciones.