fecha de respuesta: 04.11.2024
En concursos de proyectos (p.ej. arquitectónicos), la ley prevé la confidencialidad y el anonimato de las propuestas hasta su apertura y evaluación. Los participantes suelen identificar sus proyectos con un lema o código, sin datos personales. El jurado evalúa las propuestas técnicas sin saber la autoría, garantizando la imparcialidad. Una vez finalizada la valoración, se abre el sobre con la identificación para atribuir el premio o adjudicación. Esto refuerza la equidad y evita favoritismos. Para la confidencialidad, cada concursante debe respetar las instrucciones para no revelar su identidad, y la administración debe custodiar el contenido de los proyectos.