fecha de respuesta: 18.11.2024
En la obra por administración, el constructor no fija un presupuesto cerrado, sino que liquida los costes reales de mano de obra, materiales y subcontratas, añadiendo un porcentaje de beneficio (fee). El promotor asume el riesgo de desviaciones, pues paga los costes efectivos. El constructor debe justificar cada gasto con facturas y partes. Se requiere transparencia y control para evitar sobrecostes injustificados. El constructor se responsabiliza de gestionar la obra con la debida diligencia, pero si se incrementan los precios o surgen imprevistos, recae en el promotor, salvo negligencia probada del constructor. Se diferencia de la obra a precio alzado, donde el riesgo de desviación lo asume el contratista.