fecha de respuesta: 19.12.2024
En peleas clandestinas, la policía y el Seprona actúan bajo autorización judicial o por flagrante delito, incautando los animales implicados. Los perros o gallos se trasladan a protectoras o centros autorizados. Se abre un procedimiento penal por maltrato, organización de eventos ilícitos y, si hay apuestas, por juego ilegal. Los animales se consideran víctimas y pueden quedar en custodia cautelar mientras se dirime el juicio, recibiendo atención veterinaria. Si los responsables son condenados, los animales pueden ser declarados en adopción o, en casos de imposibilidad de rehabilitación, se decide un destino según criterio veterinario.