fecha de respuesta: 11.11.2024
Cuando registras una patente de producto, obtienes exclusividad sobre el objeto físico. Nadie puede fabricarlo ni venderlo sin tu consentimiento, aunque usen otro método de fabricación. En cambio, con la patente de procedimiento, tu derecho impide que otros apliquen esa técnica de producción, pero si el competidor fabrica el mismo producto con un método distinto, no infringiría tu patente. Por eso, las patentes de producto se consideran más sólidas. No obstante, a veces sólo puede patentarse el procedimiento (cuando la sustancia es conocida pero se desarrolla un método novedoso). La mejor protección suele ser patentar ambos, si posible.