fecha de respuesta: 22.12.2024
Lo más habitual es pactar duraciones entre 5 y 10 años, permitiendo al franquiciado amortizar la inversión. El contrato puede renovarse automáticamente, pero a menudo requiere notificación previa o negociar condiciones nuevas. Las cláusulas de renovación automática indefinida son lícitas, pero deben respetar la libertad de las partes y no imposibilitar la salida sin penalización excesiva. En muchos casos, la renovación se supedita a que el franquiciado cumpla unos estándares y actualice su establecimiento. El plazo permite equilibrar la inversión inicial y la salvaguarda de la marca.