fecha de respuesta: 29.10.2024
Entre las críticas, se señala la falta de transparencia en muchos arbitrajes (documentos confidenciales, audiencias cerradas), la carencia de un órgano de apelación que unifique doctrina y la supuesta inclinación pro-empresarial de algunos árbitros, que repetidamente son designados por inversores. Se cuestiona que sólo el inversor pueda demandar, sin mecanismo para que la sociedad civil o el Estado reclamen daños al inversor. Además, se teme el 'regulatory chill' que frena reformas de interés público ante el riesgo de indemnizaciones millonarias. La ausencia de controles de legitimidad y la disparidad de laudos generan incertidumbre. Por ello, la ONU y la UE estudian reformas como un tribunal multilateral.