fecha de respuesta: 10.12.2024
Cuando un menor extranjero llega sin referente adulto, los servicios sociales de la comunidad autónoma se hacen cargo de su tutela (MENA). Se comprueba su edad mediante pruebas óseas si no hay documentos. Mientras esté tutelado, se inicia el trámite para la autorización de residencia, que puede convertirse en residencia de larga duración al cumplir la mayoría de edad. Si al llegar a 18 años no regulariza, puede quedar en situación irregular. Las autoridades promueven la protección integral, pudiendo retornarle a su país sólo si hay garantías familiares y no supone riesgo. La prioridad es el interés superior del menor, ofreciéndole educación y cuidado.