fecha de respuesta: 19.11.2024
El seguro de crédito protege al asegurado (generalmente una empresa) frente al riesgo de impago de clientes. La aseguradora analiza la solvencia de los clientes y fija límites de cobertura. Si alguno no paga, indemniza una parte de la factura (ej. 80% o 90%). De esta forma, se reduce la morosidad y se facilita la financiación. Además, el seguro de caución cubre el incumplimiento de obligaciones contractuales (por ejemplo, si la empresa debe devolver un anticipo y no puede). Ambas modalidades se clasifican como seguros de daños en la esfera comercial. El tomador asume una prima y se beneficia de la tranquilidad si un deudor resulta insolvente.