fecha de respuesta: 20.11.2024
La discriminación indirecta ocurre cuando una norma o práctica empresarial, aparentemente neutra, coloca a un grupo con una característica protegida (sexo, raza, religión, etc.) en desventaja respecto del resto. Aunque no mencione expresamente al colectivo, su efecto real recae de forma negativa sobre ese grupo. Por ejemplo, un requisito de altura mínima puede perjudicar mayoritariamente a las mujeres sin justificación objetiva. Para demostrarlo, se suele emplear la evidencia estadística y el análisis de impacto. Si se prueba que la medida excluye o perjudica de forma desproporcionada y no existe una razón legítima y necesaria que la respalde, se declara discriminatoria. Los tribunales pueden anular la norma y exigir indemnizaciones a las víctimas.