fecha de respuesta: 17.01.2025
La reparcelación voluntaria ocurre cuando todos los dueños de las parcelas afectadas en un ámbito de actuación urbanística se ponen de acuerdo para redactar un proyecto de reparcelación que asigne fincas resultantes, dotaciones y cargas de urbanización. Se presenta al Ayuntamiento para su aprobación. En cambio, la forzosa se produce cuando no hay acuerdo unánime y se impone el sistema de actuación (p.ej., compensación o cooperación), quedando obligados los propietarios disconformes. En ambos casos se busca la reorganización del suelo para acometer la urbanización, pero la voluntaria, al basarse en el consenso de los titulares, agiliza trámites y reduce litigios.