fecha de respuesta: 12.01.2025
La franquicia exige uniformidad de imagen, así que el franquiciador puede imponer estándares de decoración, colores, mobiliario y disposición de productos, con el fin de mantener la identidad corporativa. Se suele estipular en el manual o en planos proporcionados. El franquiciado tiene margen limitado para innovar; su toque personal debe ajustarse a las directrices contractuales. Si la marca defiende una estética concreta, el franquiciado no puede alterarla radicalmente. Cualquier variación requiere aprobación. Este control garantiza que el cliente perciba la misma experiencia en cualquier local de la cadena.