fecha de respuesta: 03.11.2024
La pesca deportiva está permitida, pero sujeta a cupos y reglamentos que minimicen el sufrimiento del pez, por ejemplo, usando anzuelos sin muerte o devolviendo ejemplares al agua en buen estado (captura y suelta). Si se infringe la normativa (exceso de capturas, uso de métodos ilícitos), se sanciona administrativamente. No suele considerarse maltrato en sí porque la legislación lo encuadra como actividad cinegética o piscícola legal. No obstante, si se aprecian actos de crueldad intencionada (mutilaciones, ensañamiento) podrían tipificarse como delito. La Ley de Pesca promueve la sostenibilidad, y la de protección animal se aplica si hay un sufrimiento deliberado más allá de la práctica normal.