fecha de respuesta: 13.01.2025
Las normas de protección animal prohíben métodos de adiestramiento que causen dolor o sufrimiento injustificado, incluyendo collares eléctricos o de pinchos si se usan de manera lesiva o sin justificación veterinaria. Aunque algunos collares eléctricos se comercializan bajo regulación, la ley limita su uso a contextos muy concretos y con supervisión profesional, para evitar castigos físicos a los perros. Se fomenta el adiestramiento en positivo. Las comunidades pueden regular con mayor severidad y multar a quien aplique métodos crueles. Si se demuestra daño o sufrimiento, podría considerarse maltrato y sancionarse administrativa o penalmente.