fecha de respuesta: 06.12.2024
La mayoría de redes de franquicia establecen una aportación a un fondo de publicidad o marketing común, gestionado por el franquiciador, que decide las campañas globales. En principio, es obligatoria para asegurar coherencia de la marca. Los franquiciados suelen tener voz consultiva, pero la decisión final la adopta el franquiciador, salvo que el contrato fije otro órgano. Si un franquiciado se opone sin justificación, puede infringir el acuerdo. No obstante, se exige transparencia en la gestión de ese fondo y que la publicidad beneficie efectivamente a la red. Falta de rendición de cuentas o campañas irrelevantes podrían originar conflictos.