fecha de respuesta: 28.12.2024
El franquiciador puede proponer un PVP recomendado para mantener coherencia de imagen y competitividad. Sin embargo, imponer un precio mínimo o fijo de reventa podría incurrir en práctica restrictiva (resale price maintenance) que la normativa de competencia desaprueba. Se admiten precios recomendados o máximos, pero el franquiciado conserva cierto margen para fijar su precio final. Si se detecta coacción o sanciones por vender por debajo del recomendado, podría considerarse una infracción. La excepción es si los productos son suministrados por el propio franquiciador con márgenes muy definidos, donde hay un componente de control de marca.