fecha de respuesta: 02.12.2024
La subasta electrónica se emplea para bajar el precio en línea entre proveedores. Sin embargo, la ley la prohíbe en contratos donde el elemento determinante no sea fácilmente definible en términos económicos o técnicos (por ejemplo, prestaciones altamente cualitativas o artísticas), o cuando el objeto implique trabajos de carácter intelectual (arquitectura, consultoría compleja). Se considera que la pura pugna de precios no refleja la verdadera calidad. En esos casos, se requiere evaluación multidimensional. La subasta electrónica se limita a situaciones en las que el precio es el criterio esencial y la especificación técnica está clara y objetiva.