fecha de respuesta: 14.12.2024
El plazo de ejecución es el periodo fijado para que el adjudicatario finalice la prestación (obra, servicio o suministro). Consta en los pliegos y es un elemento esencial del contrato. Si se produce retraso no justificado, la Administración puede imponer penalizaciones diarias o proporcionales, recogidas en el pliego, para compensar los perjuicios. Si el retraso supera ciertos límites, se faculta a la Administración para resolver el contrato. Estas penalizaciones no excluyen posibles reclamaciones adicionales si el perjuicio es mayor. Por consiguiente, las empresas deben planificar cuidadosamente para cumplir el cronograma pactado.