¿Qué es la afección real por contribuciones o deudas tributarias que pesa sobre el inmueble?

La afección real implica que ciertas deudas tributarias derivadas del inmueble (IBI, contribuciones especiales, etc.) gravan el propio bien. Esto significa que si el anterior propietario deja impagos, la Administración puede reclamarlos del nuevo propietario hasta cierto límite temporal, salvo que éste haya exigido al vendedor el certificado de estar al corriente. Por ejemplo, el IBI se asocia al inmueble y puede perseguirse. Para evitarlos, es aconsejable pedir ese certificado antes de comprar o pactar en la escritura la retención para cubrir deudas. Si no se hace, uno podría verse obligado a pagar atrasos del propietario anterior.