fecha de respuesta: 03.01.2025
El artículo 31 de la Constitución proclama que todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos según su capacidad económica, mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad, que en ningún caso tendrá alcance confiscatorio. Este precepto fundamenta la estructura del IRPF como un impuesto personal y progresivo, donde la cuota crece más que proporcionalmente al aumento de la base. Se entiende que quien gana más, aporta más en porcentaje. Así se da sentido al IRPF como principal impuesto recaudatorio y redistributivo en nuestro país, evitando tanto la regresividad como la confiscatoriedad excesiva.