fecha de respuesta: 07.11.2024
La publicidad nativa se integra en el entorno digital imitando el estilo y la estética del contenido editorial o de redes sociales, pareciendo una recomendación o noticia. El riesgo radica en que el usuario confunda el contenido promocional con un artículo genuino. Para que sea legal, debe estar claramente identificado como patrocinado o contenido de marca. La Ley General de Publicidad y la LSSI exigen transparencia en la naturaleza publicitaria. Si no se indica, podría considerarse engañosa o encubierta. La publicidad tradicional, en cambio, se separa claramente del contenido (banners, pop-ups). La nativa busca mayor afinidad con el usuario, pero requiere rotulación clara.