fecha de respuesta: 28.12.2024
El abuso de posición dominante se produce cuando una empresa con poder de mercado significativo (que le permite actuar en gran medida sin tener en cuenta a competidores o clientes) adopta conductas que obstaculizan la competencia: precios predatorios, discriminación de clientes, negativas de suministro injustificadas o vinculación de productos, entre otros. A diferencia del cártel, el abuso no requiere un acuerdo entre competidores, sino que surge de la conducta unilateral de la empresa dominante. Se sanciona con multas que pueden llegar hasta el 10% de la facturación. La clave es probar que la empresa ostenta posición dominante y que su comportamiento no es fruto de una competencia normal.