fecha de respuesta: 14.01.2025
La pandemia de COVID-19 forzó la suspensión y aplazamiento de numerosas ligas y torneos, generando incertidumbre. Cada federación, en coordinación con la autoridad sanitaria, estableció protocolos de test, partidos a puerta cerrada y reducciones de calendario. En algunos casos, se dio por terminada la competición sin descensos, asignando los ascensos según la clasificación en ese momento (ejemplo: baloncesto y otras ligas). Se argumentó fuerza mayor y salvaguarda de la salud, amparando decisiones excepcionales. Hubo impugnaciones en la justicia deportiva por vulnerar el derecho a competir. Sin embargo, la mayoría de resoluciones disciplinarias avalaron las medidas por la situación de emergencia y se aplicaron criterios de proporcionalidad. El CSD emitió guías al respecto. El resultado fue un impacto legal inédito, marcando precedentes en la gestión de crisis.