fecha de respuesta: 11.01.2025
El Protocolo de Madrid (administrado por la OMPI) permite al titular de una marca nacional o de la UE presentar una solicitud de marca internacional, designando múltiples países adheridos en una sola gestión. La OMPI remite la solicitud a cada oficina nacional, que puede conceder o denegar según su legislación. Esto simplifica el registro multinacional. Se evita tramitar en cada país por separado, reduciendo costes y burocracia. Aun así, cada jurisdicción puede plantear oposiciones o rechazos. El Protocolo de Madrid es ventajoso para marcas con vocación global, pero no sustituye una evaluación país por país.