fecha de respuesta: 08.11.2024
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales y el Estatuto de los Trabajadores obligan a adaptar el puesto para garantizar que el trabajador no se vea perjudicado por su enfermedad crónica, siempre que sea razonablemente posible. Si la enfermedad limita ciertas funciones, se busca recolocación o ajustes ergonómicos. También puede solicitar la adaptación de jornada (reducción u horario flexible) si existe un motivo médico acreditado. Si el empleador se niega sin justificación, puede considerarse discriminación por motivos de salud o incumplimiento de la obligación de adaptación. El trabajador puede recurrir a la Inspección de Trabajo o a la vía judicial social para hacer valer sus derechos.