fecha de respuesta: 20.11.2024
Según el Código Civil, los menores no emancipados carecen de plena capacidad para contratar. Si un menor contrata online sin el consentimiento de sus representantes legales, el contrato puede ser anulable a instancia de los padres o tutores, salvo que sea un acto de escasa cuantía y usual para su edad. El vendedor debe mostrar diligencia verificando la edad o exigiendo la confirmación adulta (por ejemplo, con verificación de tarjeta). Si se anula, se devuelven las prestaciones. En la práctica, muchas webs incluyen una cláusula de 'debes ser mayor de 18 años' y confían en la veracidad del usuario, pero ello no exime la posible anulación.