¿Qué pasa si una persona sufre discriminación reiterada y acoso en una institución pública, pero sus superiores no hacen nada?

Sí, la persona puede denunciar la falta de respuesta interna ante la discriminación a la administración correspondiente y, si no obtiene remedio, acudir al Defensor del Pueblo, que investiga posibles violaciones de derechos fundamentales. También puede plantear una reclamación ante la jurisdicción contencioso-administrativa o ante un juzgado social si es relación funcionarial o laboral. El Defensor del Pueblo puede instar a la institución a corregir la situación y publicar un informe. Si hay conductas muy graves, se recurre a la vía penal o a la Inspección de Servicios. La pasividad de los superiores ante un acoso discriminatorio vulnera obligaciones legales y puede acarrear sanciones.