fecha de respuesta: 31.12.2024
En un proindiviso, cada copropietario tiene un porcentaje de la finca, sin división material. Cualquier partícipe puede en el futuro pedir la división judicial de la cosa común, lo que normalmente deviene en subasta si no hay acuerdo. Por ello, comprar en proindiviso con desconocidos es arriesgado: no hay una partición clara de uso y se pueden plantear conflictos sobre mantenimiento, gastos, alquiler, etc. Para mayor seguridad, se suscriben pactos de indivisión por X años, evitando que nadie pida la división. Sin embargo, estos pactos no pueden ser eternos y, una vez finalizados, cualquiera puede forzar la venta.