fecha de respuesta: 04.01.2025
La compraventa de un inmueble es plenamente válida entre las partes aunque no se inscriba, pero la inscripción confiere protección frente a terceros y publicidad registral. Si no se inscribe, el nuevo propietario podría enfrentar riesgos, como que un acreedor del anterior dueño inscriba un embargo, o que terceras personas compren de buena fe el mismo inmueble. Para la transmisión a sucesores, hipotecas o reventas, la no inscripción complica la acreditación de la titularidad. Por eso, aunque no sea obligatorio, es sumamente recomendable hacerlo para garantizar la prioridad y protegerse ante eventuales litigios.