fecha de respuesta: 16.12.2024
El arbitraje institucional se administra a través de una entidad especializada (por ejemplo, la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio). Dicha institución proporciona un reglamento claro, gestiona plazos, designa árbitros si las partes no se ponen de acuerdo y ofrece instalaciones y soporte administrativo. En cambio, el arbitraje ad hoc no cuenta con ese respaldo: las partes redactan sus propias reglas o adoptan unas de referencia (UNCITRAL, por ejemplo). Puede ser más flexible, pero también más complejo de organizar. Con una institución, hay mayor seguridad procedimental y experiencia en la gestión de disputas.