fecha de respuesta: 24.11.2024
Los balnearios y spas deben cumplir la normativa autonómica de establecimientos turísticos y las normas sanitarias sobre calidad de las aguas termales, instalaciones, higiene y seguridad. Las consejerías de Sanidad, junto con las de Turismo, pueden realizar inspecciones para comprobar el estado de las piscinas, jacuzzis y circuitos de hidroterapia, la limpieza y desinfección. También la normativa de prevención de legionelosis se aplica en estos centros con circuitos de agua caliente. Si se detectan incumplimientos (agua contaminada, falta de higiene), se inicia un expediente sancionador, pudiendo obligar al cierre temporal o a la corrección inmediata de deficiencias. El usuario puede reclamar si su salud se ve afectada por mala gestión.