fecha de respuesta: 08.01.2025
La guarda de hecho es una situación fáctica donde alguien cuida de la persona vulnerable sin nombramiento oficial. La curatela, tras la reforma de la Ley 8/2021, es la principal figura de apoyo para quien conserva cierto grado de autonomía y necesita acompañamiento en actos concretos. El tutor (o tutela) se reservaba para personas con capacidad prácticamente suprimida, pero ahora sólo para menores huérfanos o en supuestos residuales. En adultos, la tutela desaparece, prevaleciendo la curatela con diferentes intensidades. Un curador no sustituye completamente la voluntad, sino que la apoya. La guarda de hecho carece de efectos jurídicos plenos, por lo que conviene formalizar la curatela.