fecha de respuesta: 05.12.2024
La legislación sectorial (tráfico, medioambiente, urbanismo, etc.) establece tres niveles habituales: infracciones leves, graves y muy graves, con sus correspondientes sanciones máximas y mínimas. Los criterios de graduación incluyen la intencionalidad, el daño causado, la reincidencia o la ventaja obtenida. El principio de proporcionalidad impide que se impongan sanciones desorbitadas frente a la infracción concreta. Cada norma tipifica las conductas infractoras y las sanciones aplicables, pudiendo ser multas, suspensión de licencias, clausura de locales, etc. El infractor puede alegar atenuantes o eximentes según cada régimen legal.