fecha de respuesta: 05.12.2024
La residencia fiscal determina si una persona tributa en España por su renta mundial o solo por los ingresos de fuente española. Se presume residente si permanece más de 183 días en territorio español durante el año natural, o si radica aquí el núcleo principal de sus actividades o intereses económicos y familiares. La Agencia Tributaria investiga gastos, empadronamiento o relaciones familiares para establecer la residencia. Quien cumpla estos criterios se somete al IRPF por toda su renta mundial; si no, tributa como no residente por las rentas obtenidas en España. Por tanto, la determinación de la residencia resulta vital para definir la obligación tributaria.