fecha de respuesta: 24.12.2024
La sedación paliativa se administra a pacientes en fase terminal para aliviar síntomas insoportables (dolor, disnea, angustia) reduciendo su conciencia de forma proporcional. No pretende acelerar la muerte, sino suprimir el sufrimiento que no responde a tratamientos convencionales. Se ampara en la Ley de Autonomía del Paciente y la práctica de cuidados paliativos. No es eutanasia porque la intención no es provocar la muerte, sino paliar el dolor, y la dosis se ajusta al control sintomático. El consentimiento informado del paciente o la familia (si el paciente no puede expresarse) es importante. Los protocolos de sedación terminal exigen un comité o al menos un segundo médico que certifique la indicación.