fecha de respuesta: 07.12.2024
La adopción nacional se gestiona a través de la entidad pública de protección de menores de cada comunidad autónoma. Lo primero es presentar la solicitud y someterse a un estudio de idoneidad, donde psicólogos y trabajadores sociales valoran la capacidad emocional, económica y familiar. Cumplidos los requisitos (por ejemplo, diferencia mínima de edad con el menor, ausencia de antecedentes penales, solvencia afectiva), la familia entra en el registro de adoptantes. Luego, tras una fase de espera, se produce la asignación de un menor en situación de adoptabilidad. A partir de ahí se inicia el periodo de adaptación y convivencia, que culmina con la formalización judicial de la adopción en el juzgado de familia. Cada comunidad tiene plazos y procedimientos concretos, pero la base legal es la misma: proteger el interés superior del menor y garantizar un entorno familiar estable.