fecha de respuesta: 22.12.2024
Si la actividad es opcional y conlleva un coste significativo, se considera un gasto extraordinario. Lo ideal es contar con mutuo acuerdo. Si el otro progenitor no consiente y no quiere asumir parte del costo, podría resultar difícil reclamarlo luego, a menos que se demuestre que la actividad es realmente necesaria para el desarrollo del menor. En caso de desacuerdo persistente, se puede solicitar al juez que dirima si es un gasto justificado. De no haber resolución, podría considerarse voluntario y no obligado a cofinanciarlo.